"Emotional Anatomy” is a sculptural representation of the emotional system of individuals, highlighting the psychological essence of each person. The interaction of the artwork with its disproportionate and monumental shadow reflects the difficulty I face as a human being in dealing with myself. The sculptural study of these anatomies becomes crucial for living a dignified life, addressing topics such as mental illnesses, depression, suicidal thoughts, anxiety, sexual abuse, and more. Through my sculptural process, I seek to enhance my resilience and engage in a dialogue with society about these challenges.
In a masterful interpretation, dancer Lizeth Rosano brings the sculptures of artist María Santamaría to life in a space in Mexico City's historic center, used as a studio by artist Fabián Chairez. The sculptures are illuminated, creating an atmosphere of shadows that accentuate the forms molded with threads and resin of different colors. Throughout the 9-minute performance, the imposing shadows take on a leading role. At the same time, Lizeth's movements synchronize with sounds that evoke emotions such as pain, betrayal, emptiness, and absence.
María Santamaría, born in Barcelona, Spain, in 1985, has had a strong attraction to art since childhood. She discovered her passion for painting when she stumbled upon her father's oil painting kit and has been painting into the early hours of the morning since then. Her life has also been marked by psychological issues, making her aware of an uncommon dimension of suffering and exploring the complexity and drama of the human mind. Given her psychological journey, she embraces self-criticism as a form of therapy while also seeking psychological treatment, which has substantially improved her outlook on life.
"Anatomía Emocional" es un registro escultórico que representa el sistema emocional de los individuos, poniendo énfasis en la esencia psicológica de cada persona. A través de la interacción de la obra con su sombra desproporcionada y monumental, se refleja la dificultad que enfrento como ser humano al lidiar conmigo misma. El estudio escultórico de estas anatomías adquiere una importancia vital para poder vivir de manera digna, abordando temáticas como enfermedades mentales, depresión, pensamientos suicidas, ansiedad, abuso sexual, entre otros. Mi proceso escultórico busca fortalecer mi resiliencia y generar un diálogo con la sociedad sobre estas dificultades.
En una interpretación magistral, la bailarina Lizeth Rosano dará vida a las esculturas de la artista María Santamaría en un espacio del centro histórico de la ciudad de México, que ha sido utilizado como estudio por el artista Fabián Chairez. Las esculturas están intervenidas con luz, creando un ambiente de sombras que resaltan las formas de los cuerpos moldeados con hilos y resina de diferentes colores. Durante los 9 minutos del performance, las imponentes sombras adquieren un papel protagonista. Al mismo tiempo, los movimientos de Lizeth se sincronizan con el sonido, evocando emociones como el dolor, la traición, el vacío y la ausencia.
María Santamaría, nacida en Barcelona, España, en 1985, ha sentido una fuerte atracción hacia el arte desde su infancia. Descubrió su pasión por la pintura cuando encontró el maletín de óleos de su padre, y desde entonces pinta hasta altas horas de la madrugada. A lo largo de su vida, ha enfrentado problemas psicológicos que han marcado su experiencia, haciéndola consciente de un sufrimiento poco común y explorando la complejidad y el drama de la mente humana. Dada su trayectoria psicológica, ha abrazado la autocrítica como una forma de terapia, complementada con tratamiento psicológico, lo que ha mejorado significativamente su perspectiva de la vida.
ARTIST
MARIA SANTAMARIA
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